En Chile, esta reacción ciudadana emerge a partir de los propios conflictos que ha causado el modelo, generando un descontento visceral que revienta por doquier.
El ataque fue cometido por personas fanáticas, que no temen a la muerte, militarmente fue un cobarde acto de terrorismo, orientado a causar el máximo de víctimas civiles.
Por décadas se ha deteriorado nuestra calidad de vida, no hemos tenido derecho a que se etiquete los alimentos que debemos consumir en un sistema concentrado de producción y distribución comercial.