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Creando ecosistemas llenos de oportunidades y con valor de exportación
Inteligencia de destinos es un modelo pero también una forma de entender el turismo a largo plazo y de manera sostenible. La tecnología va enlazada con la planificación y gestión territorial para lograr su desarrollo con beneficios económicos y calidad de vida de la comunidad. Un experto español está en Chile para hablar sobre esta innovadora herramienta de gestión turística.
David Vicent Gandía, es consultor internacional de turismo y Vicepresidente de IE Tourism Club, y fue asesor en marketing turístico del Banco Mundial. El experto español está en Chile en su calidad de profesor visitante de la carrera de Ingeniería en Expediciones y Ecoturismo de la U. San Sebastián para participar en el Foro Panel: Inteligencia de Destinos para el desarrollo sustentable del turismo, que organiza la USS, con el patrocinio de Sernatur y el apoyo de Transforma Turismo, Programa Estratégico Nacional de Turismo Sustentable.
Vicent trae toda su experiencia en planificación territorial e inteligencia de destinos. A raíz de la contingencia y lo que significa el concepto de planificación territorial, le consultamos por lo que se ha denominado como zona de sacrificio de Quinteros-Puchuncaví.
Lo que está sucediendo en Quinteros y Puchuncaví con la grave contaminación ambiental ¿es un ejemplo de una mala gestión y planificación territorial?
-Hay dos tipos de turismo. Uno bien planificado y gestionado y otro que adolece de una o ambas cosas. Por eso es que tienen que existir mecanismos de gobernanza y control para que esto no pase. El desarrollo debe estar ordenado. Si tienes una zona de alto impacto ambiental, entonces no se puede ejecutar nada en ese lugar desde el punto de vista industrial.
¿Hay fallas de control?
-Si hablamos de actividades contaminantes en zonas de especial protección, éstas no deberían existir y así es como se ha hecho en Europa y en muchos otros sitios. El problema es que al haber una actividad con un fuerte interés económico, muchas veces los mecanismos de control y gobernanza no son suficientes, aunque no sé si eso es lo que pasó acá.
-¿Qué rol tienen los municipios y los gobiernos en esta materia?
-El turismo es una actividad por la que apuesta un territorio no para un año o dos. Nadie hace esta actividad por ese tiempo sino que para 20, 30, 50 o 2.000 mil años. Entonces debe ser sostenible por definición. Es una responsabilidad compartida entre los ciudadanos, los empresarios y los gobernantes.
En ese sentido, la gobernanza debe generar mecanismos sobre todo a nivel municipal que permitan a los habitantes de una ciudad utilizar el turismo de forma inteligente, es decir, que les ofrezca cada vez más beneficios y con menores inconvenientes.
¿Cuál es el trasfondo de la inteligencia de destinos en esto?
-Más allá de la tecnología o de la accesibilidad, el tema de los destinos inteligentes proviene del proyecto Smartcity2020 en Europa y que fue diseñado debido a la existencia de ciudades que son insostenibles, con cada vez más gente y con mayor polución. Se trata de generar una especialización inteligente del territorio. En esto, la gobernanza constituye una cuestión de corresponsabilidad, porque al final lo que estamos haciendo es dejar un buen o mal escenario para los que vienen detrás.
¿Cómo todo esto encaja para el desarrollo del turismo sostenible?
-Esto es como los platillos chinos tienen que estar rodando todos a la vez o si no al final se caen. Existe una transformación digital de la sociedad, donde las tecnologías son cada vez más poderosas o nos permiten hacer cosas de una manera más eficiente y se entendió que esa sinergia tecnológica podía ayudar a las ciudades a crear espacios más accesibles, sostenibles, creativos y con más intercambio de información y que fomenten la innovación, pero con una adecuada gobernanza.
¿En qué se traducen las deficiencias de gestión de un destino y a qué apunta el concepto de turismo-fobia?
-La realidad es que los espacios se saturan por una demanda no controlada entonces muere de éxito. Es un poco el caso de Barcelona, que creó Turisme de Barcelona, una estrategia pionera para promover la ciudad como destino para múltiples nichos, pero al final fue incontrolable. Por eso es que hay técnicas de gestión integrada con un urbanismo, construcción y servicios para no superar nunca la capacidad de carga de un destino. Por ejemplo con los mapas de calor podemos que mencionaba antes podemos saber dónde a qué hora y cómo se están concentrando los turistas y crear acciones para gestionar eso.
Tecnologías y mapas de calor
Vicent señala que hoy en día tenemos herramientas tecnológicas online de trabajo compartido y la pregunta lógica es ¿cómo gestionarlas de manera práctica?
-Todos podemos compartir la misma información para ser muchos más ejecutivos y prácticos y más eficientes a la hora del desarrollo turístico de una zona. Si existe una mesa intersectorial en la cual están representadas todas las áreas de toma de decisión sobre un territorio y se pueden generar 30 proyectos al año, pero si no está tecnificada solamente se pueden hacer 3. Por eso, las TICs (Tecnologías de Información) nos permiten obtener más datos y podemos analizar que hace el usuario con el móvil, dónde va e ir generando mapas de calor para coordinarnos y tomar decisiones en nuestros destinos inteligentes.
¿Qué son estos mapas de calor?
-Se pueden hacer o tener mapas de calor por ejemplo basados en el gasto de las tarjetas de crédito. Por ejemplo a través del Wifi de un móvil se puede rastrear cómo te vas moviendo por la ciudad y a qué hora. Entonces con este sistemas de información geográfica se pueden establecer zonas de concentración de visitantes con franjas horarias y fechas en un territorio.
Con este tipo de herramientas tenemos más información para diversificar y generar nuevos espacios interesantes para los turistas en todo un territorio. Por ejemplo en Cuzco, Perú. Todo el mundo va a Machu Picchu, pero no saben que a 40 kilómetros de ahí sitios incluso mejores que ese (en el Camino de Inca existe varios recintos arqueológicos de gran valor histórico). A veces es el marketing el que ha ganado y todos quieren hacerse una selfie (selfy) en Machu Picchu, pero ese ícono puede convertirse en una palanca para diversificar ese ingreso de turistas por todo el territorio.
Desafíos de Chile
El experto español asegura que si Chile se ha distinguido por ser uno de los mejores destinos de Turismo Aventura del mundo debe plantearse varias preguntas, pero principalmente tiene que ver con qué se puede hacer para mejorar la distribución de la riqueza en un territorio y cómo hacer para que él desgaste de éste sea menor.
En ese sentido ¿se piensa en el territorio completo y no sólo en sus íconos turísticos?
-Es cierto que hay íconos turísticos que tienen un mayor flujo y presión de gente, pero no hay que olvidar que el turismo es una industria que si genera beneficios, genera empleos. Lo que hay que buscar es mayor calidad de vida y más oportunidades porque también ayuda a conservar y mejorar el entorno de un territorio.
¿Cómo se hace rentable y sostenible en un territorio con Parques Nacionales?
-Tenemos una naturaleza alucinante en muchas partes del mundo y la sociedad cada vez valora más lo sano y saludable y muchos de esos santuarios son espacios tremendamente ricos para la bioinvestigación. En esto, el turismo aventura puede ser la palanca y el dinamizador en un territorio. Por ejemplo se pueden hacer estudios de cambio climático, observación de estrellas o turismo holístico y además atraer inversión extranjera de laboratorios que realicen estudios biológicos o de la biodiversidad.
¿Es posible la especialización inteligente a partir de un producto y una historia?
-Cuando estuve en Valdivia les dije que ustedes acá son reconocidos por la cerveza artesanal. Entonces por qué no tienen acá una escuela internacional de maestros cerveceros ya que existe una historia y arraigo cultural y se pueden generar múltiples productos y desarrollos turísticos.
Luego tenemos el lúpulo y se podrían hacer cultivos experimentales para impulsar una biocerveza artesanal y la gente vendrá a aprender a desarrollar este producto. De esta forma se estaría exportando el valor intangible de un producto que ya tiene un territorio pero multiplicando sus opciones porque se necesitarán más alojamientos por la presencia de bioquímicos, ingenieros, etc.
Se necesita un ecosistema de “destinos inteligentes”, para que el turismo sea el motor de desarrollo de Chile
Son varios los ingredientes que se necesitan para que en el futuro, el turismo pueda ser “el sueldo de Chile”. Asociatividad, tecnología, innovación, una nueva gobernanza y el manejo del capital humano, son los elementos considerados claves por los expertos para el desarrollo de la industria. Bajo las directrices de los destinos inteligentes, es posible el desarrollo económico y social de nuestro país.
En el marco del Foro Panel: Inteligencia de Destinos organizado por la U. San Sebastián, con el patrocinio de Sernatur y el apoyo de Transforma Turismo, Programa Estratégico Nacional de Turismo Sustentable que se desarrolló en el Auditorio del campus Bellavista de la USS, Sebastián Sichel, vicepresidente ejecutivo de CORFO afirmó que “el sector turismo va a ser clave en el desarrollo de Chile para el 2024, sólo si entiende que su desafío no es traer más turistas porque vamos a reventar nuestra capacidad de carga, sino que los visitantes gasten más u permanezcan mucho más tiempo en nuestro país”.
Por eso puso el énfasis en la oferta turística, la innovación tecnológica y la colaboración. En ese sentido sostuvo que hay que “entender que la revolución industrial 4.0 y la economía del futuro es colaborativa y no competitiva. Además debemos agregar valor a nuestra economía y les aseguro que la ruta escénica de Lagos y Volcanes tiene muchas más posibilidades que otras, si somos capaces de innovar en cómo se gestionan los destinos y mejoramos la infraestructura del sector”.
Por su parte, la Subsecretaria de Turismo, Mónica Zalaquett dijo que “no existe una industria más equitativa en la distribución del ingreso que la del turismo y todo lo que se haga por ella, va en la línea de apoyar la descentralización que es uno de los temas pendientes que tenemos como país”.
Sin embargo, Zalaquett hizo hincapié en que “los destinos turísticos se juegan su reputación en cada momento y con ello su sostenibilidad en el largo plazo ya que la mayoría de los visitantes define sus viajes en virtud de recomendaciones en aplicaciones móviles y redes sociales”.
En ese sentido afirmó que “los turistas esperan que su experiencia sea complementada con entornos naturales que equilibren lo social y cultural, además de ofertas innovadoras y sostenibles. Todo esto obliga a actualizar la gobernanza y la gestión de los territorios en un trabajo colaborativo entre el sector público y privado, adoptando algunas de las directrices del paradigma de las Smartcities para aplicarlas a los destinos turísticos”.
Helen Kouyoumdjian, vicepresidenta ejecutiva de Fedetur, coincidió en que Chile está en un momento de inflexión importante en el turismo.
“Gran parte de este éxito de la industria ha sido gracias a algunos destinos como San Pedro de Atacama, Isla de Pascua o Torres del Paine, pero ya tienen una capacidad de carga que está sobrepasada. Ahí no podemos recibir más turismo, pero sí mejor, que sea más sustentable, con una estadía más larga y mayor armonía con el medio ambiente”, indicó la autoridad de Fedetur.
Asimismo, Beatriz Román, subdirectora de Desarrollo de Sernatur, enfatizó que no hay que olvidar el desafío que tenemos como países desde hace varios años que es aumentar el gasto turísitico a través de la diversificación del producto y destino, Se ha avanzado, pero la brecha aún es importante respecto a otros países competidores.
No obstante, Román indicó que no hay una gran brecha entre el micro, pequeño y mediano empresario en materia tecnológica, pero hay que incluir cada vez más información en esta cadena de producción digital y pasar al canal móvil.
Por su parte, el Decano de la Facultad de Economía y Negocios de la U. San Sebastián, Francisco Labbé afirmó que “el sueldo de Chile del futuro va a ser el turismo, pero para que eso ocurra se necesita cambiar nuestra mentalidad y considerar que esta actividad va a requerir de un Ministerio y no de la actual Subsecretaría”.
El académico aseguró que el turismo es mucho más que un 3,4 por ciento del PIB registrado en 2016, ya que no se consideran otros servicios y sectores complementarios como los alimentos o el transporte que elevan esta cifra a los dos dígitos.
Además resaltó que si “entre los años 2010 y 2016, la tasa de ingreso de turistas crecía en unos 400 mil por año, durante el 2017 esta cifra se duplicó y mientras el PIB chileno creció un 30 por ciento desde el 2010 a la fecha, en el mismo período, el turismo lo hizo en un 70,8 por ciento, lo que en términos económicos se traduce en una elasticidad del ingreso de 2,3 por ciento”.
Mientras que el vicerrector de la sede Santiago de la USS, Francisco Santa María manifestó que “en la industria del turismo, tenemos que ir de lo global a lo local, pero si no hacemos una bajada prudente y sostenible, vamos a tener destinos reventados o sobrepasados en su capacidad de carga, con lagos y ríos contaminados”
Además resaltó que “es clave la digitalización de los servicios municipales y hay que colaborar en cómo está conformada la gobernanza de las comunas, porque entre más digitalización tengan en sus servicios, mayor será el espacio para que el capital humano esté dispuesto a atender bien y apoyar a las pequeñas y medianas empresas que prestan servicios de turismo”.
Sinergia e Inteligencia de Destinos
En el principal expositor de la jornada fue el español David Vicent, consultor internacional de turismo y Vicepresidente de IE Tourism Club, dijo que “se está valorando el turismo como un fenómeno industrial, pero hay que preguntarse qué capacidad tiene de generar valor en forma transversal a otros sectores productivos y pensar cuánto valor le otorga al comercio, a las exportaciones al PIB, a la marca territorio y al final al país”.
Vicent enfatizó que con que el agregar valor e inteligencia colectiva apunta a aprovechar al máximo el potencial de la forma más sinérgica posible en un territorio.
Asimismo, precisó que dentro de los modelos de gobernanza, la inteligencia de destinos y el valor del turismo, tiene mucho que ver, porque se trata de cómo tomamos las decisiones en un territorio, cómo podemos mejorar la experiencia de los turistas y la vida de los ciudadanos, dándoles mayores oportunidades.
El profesor visitante de la Universidad San Sebastián señaló que a través del esta herramienta y de la monitorización de gran cantidad de datos publicados en la web y en las redes sociales se pueden responder distintas preguntas como ¿Cuál es la variación de precios en ciudades competidoras? ¿En qué meses son los precios de un destino más altos o bajos? ¿Cuál es la estrategia de precios en el canal de distribución online? ¿Cómo valoran los diferentes segmentos de público un determinado destino?
Además planteó que la innovación debe ser más humana, porque el individuo debe ser el eje del desarrollo de modelos de negocio y hábitats de vida.
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